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No todo lo que brilla es oro y no todos los mitos que recorren las calles son ciertos. Aquí hablaremos del porqué de esto.
La llegada de las redes sociales trajo consigo muchos mitos y leyendas que realmente no tienen razón de ser. Pero, al ser repetidas tantas veces hay quienes creen que esas mentiras son verdades.
Influencers
El caso de los influencers es el más común de todos. Hemos visto que ahora cualquiera puede ser influencer de cualquier marca, servicio o producto, tanto así que ya hay perfiles en las redes sociales súper aburridas porque no hacen más que quererte vender algo, y para muestra un botón. Hagamos un ejercicio, vayan a los perfiles de sus 5 influencers favoritos y vean si en sus últimas 5 publicaciones no están mostrando una marca, servicio o producto. Ven, sí están vendiendo algo, cosa que realmente llega un punto que es incómodo.
Realmente esto no es en todas partes del mundo, en otros países ha evolucionado este tema. Primero, no todo el mundo puede ser influencer de todo. Segundo, Influencer no es aquel que tiene mayor cantidad de seguidores, sino aquel que tiene influencia en una audiencia en específico. Tercero, la empresa y el influencer deben compartir los mismos principios y valores.
Cuántas veces hemos visto que en cuentas de nuestros “influencers”, que tienen muchos seguidores, generan pocos likes y pocos comentarios. Esto se debe básicamente a que, en oportunidades, algunos de ellos compran seguidores falsos para abultar esos números del perfil, pero al final la realidad es otra.
Por estas razones y más, el mito de los influencers queda desmentido. No es necesario tener miles de seguidores para crear influencia en una comunidad, solo hace falta compartir los mismos valores, principios y gustos con esa audiencia que te sigue.
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+ Seguidores, mejor
No todo se debe enfocar en la cantidad de seguidores, debemos concentrarnos en generar contenido de valor para nuestra audiencia.
La cantidad de seguidores siempre ha sido un peso importante para muchas empresas y personas, pero la realidad es que, ¿para qué tener 1 millón de seguidores si nadie te compra?, ¿para qué tener 500 mil seguidores si no generarás ninguna clase de engagement? O peor aún, ¿para qué tener seguidores si no hay una estrategia? La verdad es que, los seguidores son importante, pero no la cantidad. Es mejor tener seguidores interesados en tu marca, que tener seguidores solo para decir que tienes muchos.
Invertir mucho dinero en publicidad
Invertir dinero en las redes sociales es importante, pero no es necesario invertir una gran cantidad de dinero, solo hay que saberlo hacer. Con una buena estrategia y con objetivos claros puedes lograr las metas con poca cantidad de dinero. Menos es más y este caso no es la excepción. Con mayor cantidad de dinero aumentas la frecuencia en la que una persona puede ver la campaña, pero no aumenta la posibilidad de venta.
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No importa la imagen
La primera impresión siempre es la más importante y crear imágenes atractivas para la audiencia es de suma importancia para generar ese primer contacto con tu público objetivo.
Llenar una imagen de información o texto es perjudicial para tu negocio, en muchos sentidos. Primero: crea rechazo visual por tener más información de lo necesario. Segundo: para algunas redes sociales no permite la promoción de imágenes con mucho texto debido a sus términos y condiciones. Tercero: el 80% de las visualizaciones de las redes sociales se realizan por medio de un Smartphone, lo que quiere decir que las imágenes con mucho texto se dificultan para la lectura.
Al igual que las imágenes borrosas o con poca calidad, estas impiden que los seguidores pueden conectar con tu marca.
Mayor cantidad de post, es mejor
Por años he escuchado por parte de algunas personas que publicar en las redes sociales 2 o 3 veces al día es lo adecuado. Pues no es así. Publicar de 2 a 3 veces a la semana es mi recomendación. No es necesario abarrotar las redes sociales de publicaciones; bastante saturados ya estamos de publicidad para contribuir a eso. Mi recomendación es generar contenido de valor y solo utilizar el 10% o 15% para generar conversión o venta.
Por ejemplo, si eres un runner y hay alguna marca que te habla del porqué hidratarse, de cómo hacer los estiramientos de los músculos antes y después de correr, dan tips de alimentación y ejercicios alternos para mejorar el rendimiento; seguro tú vas querer estar conectado con esa marca en lugar de una que solamente está hablando de: “compra mi producto que soy el mejor”.
Dejemos a un lado los mitos y leyenda. Hagamos las cosas bien para que el mundo vea que nos adaptamos a los nuevos tiempos del marketing digital.
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