Disfruta tu embarazo al máximo

Lun, 11/30/2015 - 17:30
¡Felicidades, vas a ser mamá! Descubre cómo tu organismo se adapta para crear las mejores condiciones para tu nuevo bebé.

Este periodo es trascendental en la vida de toda mujer, tanto desde el punto de vista fisiológico como psicológico. Tu cuerpo se transforma para dar vida a un nuevo ser que se gesta y nutre dentro del útero hasta que está preparado para nacer. Sin embargo, esta maravillosa etapa llega junto a un sinfín de interrogantes sobre los cambios que se avecinan, algunas veces acompañados de malestares.

Lo primero es saber qué es el periodo de gestación.

Este inicia con la implantación del óvulo fecundado en el útero y termina en el momento del parto. A partir de la fecundación, un complejo plan de hormonas afectarán al resto de los órganos, dando como resultado los famosos síntomas, algunos palpables y otros psíquicos. El periodo de gravidez se divide en tres trimestres, siendo el primero donde se presentan la mayoría de los vómitos, náuseas, mareos, entre otros. Según el sitio Web babycenter.com, la gestación implica en la consciencia de la mujer realidades que percibe de diversas formas. Es decir, que la mujer es consciente del embarazo y aunque parezca una simpleza, este hecho desencadena una serie de reacciones diferentes en cada persona. Es en este punto donde interviene la adaptación psíquica a la situación y dependerá de la personalidad, circunstancias y trastornos individuales la forma en que responda ante el hecho. Hay mujeres que al enterarse, enfrentan un cambio en su papel social, donde las posibles carencias materiales, el entorno familiar, el papel del marido o pareja pueden afectar.

 

A nivel anatómico, el útero y los pechos son sin duda la transformación más visible que sufre el cuerpo de la mujer durante la preñez; estos empiezan a crecer desde el primer momento de gestación. Pero solo notarás el aumento de tu barriga a partir del cuarto o quinto mes. Los pechos por lo general son los primeros en hincharse.
Es normal que durante los tres primeros meses sientas mucho cansancio. El sueño excesivo es un recurso del organismo para obligarte a descansar más horas; así conseguirás ahorrar la energía necesaria para hacer frente al enorme esfuerzo que está llevando a cabo el organismo para fabricar lo que necesita y adaptarse a las exigencias del bebé durante los nueve meses.

 

Adicionalmente, el sistema circulatorio tendrá modificaciones, ya que la misión de la sangre de la madre es suministrar las sustancias necesarias para el desarrollo del feto y eliminar los desechos, utilizando como intermediario un órgano que se crea durante este periodo: la placenta.
La respiración también se ve afectada, sobre todo en el último trimestre del embarazo, ya que el útero ha ido empujando poco a poco hacia arriba el diafragma, lo que reduce sus movimientos, por eso la respiración pasa a ser alta o torácica. Por otra parte, la madre también respira por su bebé, cuyos pulmones no funcionarán hasta el parto. En cada inspiración hay que obtener entre un 10% y un 15% de aire más de lo normal, sin acelerar la respiración. A medida que progrese la gestación, la espalda y pelvis se desplazarán para mantener el equilibrio en el cambiante cuerpo.
Durante estos meses ninguna duda debe dejarse sin respuesta. Consultar al médico tus inquietudes te ayudará a sentirte más segura.

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