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El dolor del cóccix, rara vez, es consecuencia de algo más grave, como una infección, un tumor benigno o un cáncer
Si bien el dolor del cóccix puede resultar incómodo, en la mayoría de los casos, pasa por sí solo en cuestión de pocos meses. Entretanto, hay algunas medidas que usted puede tomar para reducir el dolor. Si el dolor durara más de dos meses, o si empeorara pese a los cuidados, haga una cita con el médico para explicarle sus dudas.
El cóccix, o rabadilla, es la estructura ósea que está al final de la columna vertebral y ayuda a sostener el piso pélvico. El dolor del cóccix se conoce como “coxigodinia” y las personas que la padecen normalmente sienten un dolor sordo en el cóccix o alrededor de esa zona. El dolor puede volverse más agudo o más intenso después de pasar sentado o de pie durante largo rato, al tener relaciones sexuales, al orinar o al defecar.
Son varias las situaciones que pueden llevar a dolor en el cóccix. Por lo general, el dolor deriva de alguna lesión fruto del traumatismo sufrido durante un parto o una caída. El dolor del cóccix, a veces, puede presentarse después de haber permanecido sentado sobre una superficie dura por largo rato o en un asiento mal ajustado o que se sacude. En algunos casos, el dolor puede ser producto de los cambios en la postura sentada que vienen con la obesidad o la vejez. El dolor del cóccix, rara vez, es consecuencia de algo más grave, como una infección, un tumor benigno o un cáncer.
Por lo general, el dolor del cóccix no requiere ningún tratamiento médico. No obstante, cuando esté sentado, intente lo siguiente para disminuir el dolor: siéntese completamente recto y mantenga la espalda firmemente apoyada en la silla, con las rodillas al mismo nivel que las caderas, los pies sobre el piso y los hombros relajados. Aunque lo mejor es evitar sentarse sobre superficies duras, una superficie demasiado acolchada puede hacerle hundir de forma poco natural y dolorosa, lo cual tampoco es ideal. Escoja una silla que le brinde apoyo y tenga un acolchado moderado.
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Si el dolor no alivia con estos cambios, inclínese hacia delante mientras esté sentado para redistribuir el peso. Sentarse sobre un cojín con hueco en el centro o en una cuña con forma de V también puede ayudar a redistribuir el peso a fin de no apoyar todo sobre la zona dolorosa. De igual manera, aplicar calor o hielo sobre la zona dolorosa y tomar analgésicos de venta libre puede ofrecerle alivio. Continúe con estas técnicas hasta que el dolor desaparezca. En muchos casos, el dolor del cóccix disminuye hasta desaparecer en el transcurso de varias semanas o meses y solamente en una minoría, dura más tiempo.
Si su dolor del cóccix dura más de dos meses o empeora pese a estas medidas, acuda al médico para que le haga una evaluación a fin de descartar otras causas posibles. En el caso de un dolor del cóccix crónico, vale la pena consultar con un especialista en medicina del dolor o en medicina física y rehabilitación.
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En caso necesario, el tratamiento del dolor del cóccix crónico posiblemente incluya aprender técnicas para relajar el piso pélvico, recibir fisioterapia o someterse a una manipulación del cóccix que normalmente se hace a través del recto. Una inyección de anestésico y corticosteroides también puede ayudar en casos severos o persistentes y estas inyecciones normalmente las administra un anestesiólogo u otro experto en el manejo del dolor. Se piensa en una intervención quirúrgica solamente como último recurso y en casos graves, debido a la posibilidad de complicaciones considerables.
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