La sequía que está sufriendo Panamá es considerada la peor que se ha dado en los últimos 100 años. Sólo en la Península de Azuero, alrededor de 30 ríos de los 44 existentes, han reducido sus niveles de agua drásticamente. Y, los principales lagos que abastecen al 55% e la población del país (Gatún y Alajuela), tienen un bajo nivel, que sigue empeorando.
La exploración de pozos del Plan Sequía, solo ayudará a sobrellevar el problema, de momento e, incluso, podría poner en riesgo las aguas subterráneas, si son explotadas de igual forma que las superficiales. Es por eso, que todos como ciudadanos debemos realizar acciones que ayuden a mitigar el problema a largo plazo.
De un total de 75,517 kilómetros cuadrados de Panamá, en 2014, aproximadamente 28,717 kilómetros cuadrados son consideradas zonas áridas o secas en su totalidad, debido a la deforestación que ha provocado la mano del hombre.
La Asociación Nacional de Reforestadores y Afines de Panamá (ANARAP) en conjunto con el Ministerio de Ambiente (MiAmbiente), llevan a cabo el proyecto Alianza por el Millón, cuyo principal objetivo es la reforestación de un millón de hectáreas, en un período de veinte años (2015-2035).
Los participantes de esta iniciativa lograron, el año pasado, sembrar 440,922 plantones a nivel nacional, en distintas áreas, lo que equivaldría a seiscientas hectáreas reforestadas. Además se llevó a cabo el primer Gran Día de Reforestación, el 29 de agosto, en donde se sembraron plantones en 45 puntos de Panamá, simultáneamente.
En 2016, tienen previsto reforestar 10 mil hectáreas, mediante la producción de 1.5 millones de plantones, sumado a otras actividades de reforestación que se lleven a cabo en el país. Se prevée que los lugares a reforestar son La Villa, Chiriquí Viejo, Daríen, Bocas del Toro, Colón Panamá Oeste, Panamá Este y Panamá Metro.
La reforestación contribuye a aumentar las lluvias y evitando la erosión del suelo, sin embargo, hay que recordar que este tipo de actividades no son exclusivas del gobierno o de empresas privadas.
Nosotros también debemos cooperar, no solo ahorrando agua en nuestro hogar o lugar de trabajo, también podemos ayudar, sembrando plantas en el país y educando a nuestros hijos a hacerlo. Si sembramos árboles en nuestras barriadas y plantas en nuestras casas, la sensación del calor disminuiría y tendríamos hogares más frescos.
Actualmente, el costo del agua es relativamente bajo, pero, con la constante pérdida de afluentes, es probable que el agua se vuelva casi inaccesible para la mayoría de la población mundial.
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