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Las páginas de la moda se reescriben y son otras chicas las protagonistas de campañas de publicidad de ropa.
Hace algunas décadas era inimaginable ver a una modelo de tez oscura en las pasarelas, hasta que llegaron los años 60 y apareció Donyale Luna, la primera modelo en hacer una diferencia en una industria en la que el estereotipo del maniquí de alta costura no daba espacio a otra silueta ni a otro color de piel. Es así como por primera vez, la revista Harper's Bazaar publica a una mujer de raza negra en su portada (1965). Y un año después, Vogue.
En la historia de la moda, la inclusión de modelos con rasgos de belleza distintos a los que se han acostumbrado es contada... hace poco, la sudanesa Nykhor Paul criticó a la industria de la moda mediante una nota en su cuenta de Instagram en la que decía: “Querida gente blanca del mundo de la moda: Espero que no se lo tomen de la manera errónea, pero ha llegado el momento de que tengan las cosas claras en cuanto a piel y apariencias. ¿Por qué tengo que llevar mi propio maquillaje a un desfile de moda cuando todas mis compañeras blancas no tienen que hacer nada más que sentarse y esperar a que las maquillen?...”.
Si vamos a unas páginas en la historia, se puede notar como la belleza estuvo representada bajo ciertos estándares, sin embargo en cuanto a moda, las clases burguesas eran las privilegiadas y la usaron como símbolo de distinción, explica Clare Crowston, en su libro: Crédito, moda y sexo: Economía del viejo régimen de Francia, donde describe como Maria Antonieta usó la moda para dar la apariencia de tener crédito (reputación).
Aquellos cánones de belleza en la actualidad han sido un poderoso coctel que ha dejado consecuencias: muchos jóvenes que los han tomado como influencia padecen depresión, anorexia, bulimia, racismo, “bullying” y otros problemas de salud y psicológicos. No obstante, recientemente, países como Francia e Israel ha prohibido a las modelos excesivamente delgadas. }
Pero también en el recuento de la influencia de la moda se puede tomar en cuenta que ha estado paradójicamente ceñida a la revolución femenina en todos los sentidos -recordemos por ejemplo a Coco Chanel, quien impuso el pantalón en las mujeres-. Y desde entonces a la contemporaneidad, aquella revolución ha conquistado poco a poco la industria, abriendo un espacio a gente real, esto fue precisamente lo que se observó en el pasado Mercedes-Benz Fashion Week.
‘La gente importa, no la moda’
En una entrevista para la revista Vogue, el diseñador Mike Eckhaus, de la firma Eckhaus Latta, expresó que la diversidad en su pasarela se debió a una combinación entre modelos y “nodels” (término que hace referencia a personas que no son modelos). Mientras, su dupla, Zoe Latta, agregó que este tipo de “casting” también ayuda a ver cómo luce la ropa en los cuerpos y que las personas se sientan confiadas; no se trata del ideal de un solo tipo de cuerpo, dijo la diseñadora.
La nueva ola de personajes y rostros de las campañas acapara la atención de los medios y de todo el gremio “fashionista”. En portadas de revistas aparecen temas alusivos a la inclusión en la industria de la moda. Y es que los tiempos cambian, o al menos es lo que pareciera. Según el portal de moda Business of Fashion, en los desfiles de la temporada otoño-invierno 2015, “80% de los modelos que caminaron por las pasarelas eran blancos”. Asimismo, señala el sitio que las portadas de revistas y campañas publicitarias pintan un panorama similar y publica que “en 2014, de las 611 portadas publicadas por 44 grandes revistas de la industria de la moda, solo el 18 por ciento contó con modelos que no son blancos, mientras que 90 por ciento de los modelos que aparecieron en campañas publicitarias de moda eran blancos”.
Las cifras representan lo ue para algunos es contradictorio, ya que los consumidores de moda de lujo son hoy más diversos que nunca, informó Business of Fashion, “desde 2007, la cuota del mercado de bienes de lujo en Asia - Pacífico ha crecido en diez puntos porcentuales y hoy los de más rápido crecimiento de los mercados de lujo en el mundo son el Oriente Medio y África. ¿Entonces por qué aquella diversidad no se representa en la industria? Quizás sea muy pronto para saberlo...
A pesar de todas las contradicciones que trae el tema, lo cierto es que ahora existen caras como la de Chantelle Winnie, quien llevó el vitiligo (enfermedad de la piel que padecía Michael Jackson) a las pasarelas. Winnie fue descubierta en el programa de Tyra Banks, American Next Top Model, y desde ese entonces ha aparecido en las campañas de Desigual, Diesel, y pasarelas en Nueva York, Londres y Madrid. A su nombre se le suman el de Madelina Stuart, una de las primeras modelos con síndrome de Down; Thando Hopa, quien es de Sudáfrica y representa a las personas albinas; Rebekah Marine, modelo con brazo biónico, y Jillian Mercado, primera modelo con distrofia muscular que saltó a la fama por ser la imagen de “We are Connected” de Diesel.
La inclusión fue el tema central de la tienda H&M en su último video publicitario en el que modelos con diferentes características fueron el centro, entre estas Mariah Idrissi, una chica musulmana que aparece con su velo islámico, comunicando que las mujeres de Oriente Medio también son tomadas en cuenta.
Y es que la belleza/moda tiene mil caras, y así también no tiene edad, el blog Advanced in Style es un reflejo del tema, ya que publica fotografías y entrevistas de mujeres mayores que no han perdido el sentido de estilo ni de sentirse bellas. Una de esas embajadoras es Iris Apfel, que a sus 94 años sigue llevando su estilo excéntrico a todas partes, incluso es invitada de honor a muchas pasarelas.
Todos estos giros están escribiendo las nuevas páginas de la moda, demostrando la democratización de la moda.
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