- Para Padres
Salió el primer diente y la familia tiene arroz con leche para todos; pero, ¿sabes sobre la importancia del cuidado dental?
La aparición de su primer diente trae consigo la importancia de que lleves a tu pequeño a su primera cita con el odontopediatra (doctor especializado en odontología para niños y adolescentes), quien te guiará, en cada etapa, en el cuidado dental de tu pequeño.
Lo primero que debes saber es que un descuido en el tema, podría representar —en un futuro cercano— distintos problemas, desde la formación de los dientes, enfermedades periodentales, y hasta la forma de la mordida, por mencionar algunos. Cifras por la OMS dieron a conocer que entre el 60 y 90% de los escolares en todo el mundo tienen caries. Por lo tanto, es vital que lleves un control.
¿Cuándo deben ir por primera vez?
A los seis meses hacen su aparición los incisivos, sus primeros dientecitos. Y este será el momento en que los doctores aconsejan a los padres llevar a sus pequeños a su primera cita. Una regla y también táctica, que proporciona Oral B es: “La primera visita al primer cumpleaños”, así también indican que después se debe ir cada seis meses, para un control.
¿Y si aún no tienen dientes? La Asociación Panameña de Odontología Pediátrica explica que es importante practicar la buena higiene oral incluso antes de que salga el primer diente. Para hacerlo se puede pasar una gasa o un paño limpio y un poco de agua por la encía, después de comer.
Repasemos cada una de las etapas
De 4 a 24 meses. Esas perlitas deben cepillarse, por lo menos, dos minutos dos veces al día. El cepillo dental debe tener un tamaño para niños con cerdas suaves, cabeza acolchada y una porción del tamaño de una arveja de una pasta dental sin flúor, aconsejan los especialistas Oral B.
De 2 a 4 años. En esta etapa ellos pueden agarrar el cepillo, sin embargo, necesitan ayuda y supervisión. Es un hábito que deben adquirir. Se les puede motivar con canciones o que ambos al momento del cepillado lo hagan juntos.
De 5 a 8 años. A esta edad ya deben tener noción del cepillado, pero los padres no deben darlo por sentado. Deben utilizar una pasta que tenga flúor; hay cepillos con luces que —además de motivar— tienen el tiempo en que debe durar el cepillado.