Jue, 07/11/2019 - 15:30
- Para Padres
Controlar a los más pequeños a la hora de una pataleta puede ser difícil, pero no imposible. ¡Mira cómo lograrlo!
¿Te ha pasado que estás haciendo las compras, tu hijo quiere algo que no le puedes dar en el momento, así que empieza a hacer un berrinche? Como es de esperarse, estos momentos de pataletas en lugares públicos pueden llegar a ser muy vergonzosos para la madre o el cuidador. Es una situación difícil de controlar, pero no imposible.
Hay factores que debes tener en cuenta a la hora de ayudar al niño cuando mantiene este tipo de conductas:
Ignora a los demás
Puede que sea un momento muy incómodo para ti, pero no te fijes en los demás, mantén presente que el único que te necesita en ese momento es tu hijo.
Sé el ejemplo de autocontrol
Debes mantener la calma y ser el ejemplo de autocontrol para el niño. Muchas veces reaccionamos igual que el pequeño, le gritamos, lo regañamos y lo exponemos delante de las personas que están alrededor, todo esto con la intención de que este se calme. No podemos enseñar lo que no hacemos, ya que los niños no aprenden solo lo que dices, sino todo lo que haces. Mantén la calma y agáchate a su altura para hablarle calmadamente.
No te vayas a los extremos
Ya tenemos claro que gritar, regañar y exponer al niño no es la solución al problema, ya que uno de los dos tiene que ser el adulto. Pero, también hay que tomar en cuenta el otro extremo al que recurrimos frecuentemente: ignorar. La solución tampoco es esa, al ignorar al niño, indirectamente le mandas un mensaje de “no me importa lo que sientes”, “no estoy ahí para ti” y puede que después de ignorar al niño por mucho tiempo resulte que este se calme, pero recuerda que la idea no es solamente calmar al niño, sino contenerlo y hacerle saber que lo que siente sí importa.
Dale un nombre a lo que siente
Entre más pequeño es, más difícil se le hace autorregular sus emociones, pensamientos y acciones. Esto no es que el niño sea “malcriado” o “maleducado”, es una conducta totalmente normal y adecuada para su edad, ya que está desarrollándose cognitiva y emocionalmente. Ten muy presente que tú eres la guía principal para lograr ese desarrollo óptimo. Es importante mencionar que en muchos de los casos los niños no saben qué emoción están sintiendo, es importante hacerles saber qué sienten y por qué lo sienten, con frases como: “Estas muy enojado por no poder llevarte ese caramelo”. Luego de nombrar hay que empatizar.
Entiende y soluciona
Puede que al no poder obtener el caramelo que tanto deseaba, reaccione como si fuera casi una tragedia, ya que le causa mucha frustración. Esto no significa que hay que comprarle todos los caramelos que se le antojen, pero tampoco significa que vas a minimizar lo que está sintiendo. Frases como la siguiente pueden ayudarte a controlar este tipo de situaciones sin hacerle sentir que no es la gran cosa: “Sé que te enoja mucho no poder tener ese caramelo y puedo comprender lo difícil que es para ti, ¿me dejas darte un abrazo?”. En esta frase están los tres elementos: darle nombre a lo que siente, empatizar y brindarle una solución, todo esto es igual a una buena contención para el niño y se sentirá mucho más calmado al saber que estás ahí para él cuando le des un abrazo.
No son para siempre
No te preocupes, las rabietas no son para siempre. Pueden ser frustrantes en el momento, pero, a medida que pase el tiempo, el desarrollo cognitivo y emocional de tu hijo irá provocando que pueda manejar mucho mejor sus emociones y actos. Mientras que esto sucede, asegúrate de darle las herramientas correctas para que pueda sobrellevar la frustración y el enojo, para entonces poder decirle adiós a los berrinches.
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