- Nutrición
Si tienes esta enfermedad de la cual aún se conoce poco, es recomendable consumir entre 30 a 40 gramos diarios de fibra. Conoce más consejos a continuación.
Considerada como una enfermedad desde 1992 por la Organización de la Salud, la Fibromialgia es un trastorno que aún causa mucha controversia al tratarse de una condición crónica y sin motivo de origen aparente. Veamos algunos aspectos de esta afección y los puntos nutricionales relevantes en ella.
La Fibromialgia, en términos sencillos, es un estado de dolor crónico, constante o recurrente, principalmente muscular, que suele agravarse con actividad física o esfuerzos intensos.
Los expertos de National Fribromyalgia Association mencionan que las personas con esta condición podrían tener sensibilidad en la piel y suelen tener el umbral del dolor muy bajo por lo que tienden a engrandecer los episodios de dolor en general.
Es importante considerar que el dolor es una experiencia sensorial y emocional completamente natural y necesaria, donde al experimentarlo el cuerpo evita actividades que le causen lesiones o daños; sin embargo, en las personas con fibromialgia el dolor se origina principalmente en el músculo por lo que suele ser más intenso al movimiento.
Existen otros síntomas relacionados que podrían experimentar las personas con esta enfermedad como dificultad para tener un sueño reparador, cansancio o fatiga constante, ansiedad, depresión, entre otros.
Tratamiento Nutricional
En definitiva, la alimentación juega un papel importante en el bienestar de todas las personas, y aunque esta condición requiere de un seguimiento cercano de un especialista en reumatología o un médico con experiencia en tratamiento de Fibromialgia, existen algunas consideraciones alimentarias que pueden potenciar el éxito del mismo. Cabe resaltar que cada individuo puede requerir un tratamiento completamente diferente y siempre deberá ser consultado con su especialista.
- Algunas personas podrían tener intolerancia a la lactosa, soya, gluten, cítricos u otros alimentos, por lo que se debe considerar tratar este punto como una prioridad.
- Cuidar la microbiota intestinal: en esta condición la importancia del eje instestino-cerebro es notable, dado a las alteraciones de procesamiento del dolor que se tiene. Por otro lado, forma parte del sistema de defensa corporal, lo que es imperativo. Se recomienda el consumo adecuado de alimentos con pro bióticos y prebióticos como: yogurts, kéfir, alimentos fermentados de otra clase como kimshi y el chucrut; también el consumo de ajo, puerro y frutas como bananos.
- Consumo de fibra adecuado, entre 30 a 40 gramos diarios, esta es una recomendación mayor de la usual. La fibra la obtenemos de alimentos de origen vegetal tales como granos, cereales integrales, frutas y vegetales.
- Consumir más grasas saludables: es ideal el aporte de grasa poli y mono insaturada de forma diaria, también grasas animales con moderación. Una forma sencilla de incrementarlas es consumiendo frutos secos diariamente.
- Los antioxidantes son importantes para promover un menor estado de inflamación constante. Estos están ampliamente distribuidos en alimentos naturales, sobre todo en frutas y vegetales de colores intensos.
- Mantener un peso saludable según la estatura. Esto puede estar relacionado a una mejora en la intensidad y constancia del dolor, además colabora en tu estado de ánimo y energía.
- Realizar actividad física de tipo aeróbica, también ejercicios de recreación como bailes y natación que ayuden a relajar la tensión muscular.
- Disminuir el consumo de alimentos que pueden intensificar el dolor. Podrían ser aquellos con aditivos alimentarios artificiales, gluten e incluso FODMAPs (fructo oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos, polioles fermentados).
Al ser una enfermedad prácticamente nueva, es importante más investigación en el campo nutricional para el abordaje de la misma, y reiteramos la importancia de recibir un diagnóstico y tratamiento por parte de un profesional idóneo.
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