- Copa América en Tacones
El fútbol nacional vive momentos tensos, y en medio de ellos, una copa que nos parece un sueño.
El fútbol local, la liga nacional, vive momentos de incertidumbre y de decepción. Hambrienta y desesperada por cambios radicales para mantener lo poco que tiene en aficionados y patrocinadores e interés general con vida. Pero en un universo paralelo, la selección mayor de fútbol, la que llena (a veces) estadios y despierta pasiones más masivas, se prepara para su primera Copa América Centenario. Dos realidades muy distintas, dos realidades que en teoría deberían ir de la mano, pero que cada vez toman caminos distintos.
Una Copa América Centenario que cae en medio año, y a un par de meses de definirse la cuarta ronda de la eliminatoria de Rusia 2018 de Concacaf, con Panamá ubicado de segundo en su grupo con 7 puntos, y por jugárselo todo en septiembre recibiendo a Jamaica en el Rommel y visitando a los ticos en San José. Porque solo ganándole a Jamaica viajamos tranquilos a “tiquicia”. Esto se los menciono porque mi corazón sigue apretado esperando el 2 de septiembre, y en la Copa América Centenario realmente no nos jugamos nada.
Es la primera vez que Panamá va a un torneo tan grande. Es lo más cercano a un Mundial para nosotros. Jugamos contra Argentina, Chile, Bolivia. Y no nos invitaron, tuvimos que clasificar. Aunque reitero, no nos jugamos nada y no es EL MUNDIAL. Pero para el técnico Hernán Darío “El Bolillo” Gómez (el mismo que me rompió el corazón hace un par de meses), el resultado importa mucho en la Copa América Centenario, y anunció que llevaría a los mejores al torneo, y así lo confirma su lista de 23 jugadores convocados, en la que están los habituales de la eliminatoria.
No me molesta del todo la convocatoria del Profe, él se la quiere jugar en el torneo con los suyos, y quiere ganar algo, aunque sea un partido. Hay algunos elementos jóvenes en la convocatoria que ojalá vean minutos. Y veremos si esta selección que él define como “elástica” se estira y contrae correctamente ante unos grandes de Sudamérica, y logra por lo menos dejar una buena imagen y buenas sensaciones.
La Copa América Centenario llegará y nos permitirá distraernos de los tiempo grises del universo paralelo futbolístico de nuestra liga local. Llegará y nos permitirá ver a la selección jugar sin jugarse nada y mi corazón podrá aflojarse un poco en este mes de junio mientras agarra un aire para la eliminatoria. Llegará y todos seremos Panamá, y algunos se montarán en el carrito de la alegría, aunque no estuvieron en el Rommel las últimas veces que jugó Panamá. Llegará y algunos incluso viajarán hasta EE.UU. a apoyar a la selección en Orlando, en Chicago, aunque tampoco estuvieron en el Rommel las últimas veces que jugó Panamá.
Se vienen semanas de mucho fútbol, que nos ayuden a sanar, reparar y mejorar nuestros universos paralelos del fútbol panameño, por una mejor liga y por un Rommel lleno el 2 de septiembre.