- Para Padres
Con estrategias simples cómo estas, el proceso será mucho más fácil de lo que imaginas.
Pañales, talco, toallitas húmedas, crema humectante, un cambiador portátil y el eterno “barney bag” del bebé. Lo sabemos, estás algo cansada de cambiar seis pañales a diario, lo que sumaría un total de dos mil “pampers” al año. ¿Quién no estaría cansada así? Pero, como todas las cosas en la vida, “nada es para siempre” y esta etapa también va a pasar para darle la bienvenida al proceso de que vayan solos al baño.
No hay una edad mágica para enseñarles a los niños a ir al baño solitos, la mayoría de ellos tendrá las habilidades necesarias entre los 18 y 24 meses de vida. Incluso, hay algunos que no están del todo listos hasta llegar a los tres años de edad. Para conocer si tu pequeño está listo, te damos algunos consejos:
- Tiene suficiente coordinación para caminar y correr de manera estable.
- Orina mucho de una sola vez.
- Se mantiene seco por periodos de por lo menos tres o cuatro horas.
- Es capaz de sentarse y mantenerse en la misma posición por dos a cinco minutos.
- Puede bajarse y subirse la ropa solo.
- Obedece instrucciones sencillas y se muestra cooperativo.
- Percibe las señales físicas o sabe cuando está por necesitar ir al baño y puede expresarlo de alguna manera.
- Es un niño independiente.
- Le molesta tener el pañal sucio.
Si observas en tu niño más de una de esas características, probablemente puedes comenzar con el proceso de “despido de los pañales”. De lo contrario, ¡no lo presiones! Esto podrá traerte frustración a ti y al pequeño. Un dato curioso es que los niños por lo general demoran un poquito más que las niñas en aprender esto.
¿Cómo decirles adiós?
Hay “tips” básicos que te ayudarán a poder transitar esta etapa con mayor naturalidad. Lo primero que tienes que saber es que... ¡los orinales tienen una razón de existir! Y es que los niños muy pequeños tienen miedo a los baños tan grandes, temen caerse o al ruido que el baño realiza al jalar la cadena. Por eso debes comprar un asiento especial o un orinal con el que tu niño se sienta cómodo.
Para comenzar la rutina, deberás lograr que tu pequeño se siente una vez al día, totalmente vestido, en el orinal. Si lo haces en los momentos en los que él por lo general orina o hace popó será mejor para la estrategia.
Una vez que el niño esté acostumbrado y familiarizado con el orinal, deberás lograr que lo haga sin el pañal. En esta etapa deberás explicar que así lo hacen las personas grandes, sin la ropa. Para esta etapa es bueno que compres ropa interior de prueba. Hay pantis y calzoncillos infantiles con una protección extrabsorbente, o pañales desechables que se suben y bajan como la ropa interior.
Por lo general, los niños a esta edad aprenden todo por imitación, así que otra buena estrategia sería que le enseñes cómo se va al baño. Si puedes explicar todo el proceso, mejor. Incluso explícale por qué debe lavarse las manos después de usar el baño.
En esta última etapa también debes aprovechar para explicarle puntos básicos de higiene: el peligro de las infecciones, cómo limpiarse, cómo utilizar un baño público y, por supuesto, a que respete su intimidad al usar el baño.
Por último, motívalo a ser independiente, no lo presiones demasiado, y solo presta tu ayuda si él o ella la necesitan.
El proceso necesitará de tu paciencia y apoyo. Por lo tanto, deberás mantener la calma. Si el niño no puede hacerlo bien las primeras veces, no lo regañes ni señales, debes aceptar sus errores con buen humor. Siempre debes recordar el uso del baño; si en cambio lo regañas, el niño asociará este proceso con algo malo.
Entrenamientos nocturnos
Hasta los primeros años escolares, es completamente normal que los niños mojen la cama o tengan accidentes. Para ir disminuyéndolos, lo que deberás armar es una rutina nocturna. Lo primero es no darle mucho líquido antes de acostarlo. Puedes despertarlo cuantas veces creas necesario en la madrugada para usar el baño (sobre todo para hacer pis), después deberás ir reduciendo la cantidad de intervenciones nocturnas.
Para comenzar con el entrenamiento, puedes forrar la cama con un plástico o una protección impermeable por debajo de la sábana. También puedes mover el orinal a un lado de su cama. Acuesta al niño sin pañales.
Recuerda alentarlo y felicitarlo por sus logros, se debe sentir apoyado por ti.
Algunos trucos
1. Hagan el ejercicio juntos de botar los pañales como un acto simbólico, esto será importante en la comprensión del pequeño.
2. Si tienes niña los vestiditos serán tus aliados a la hora de comenzar con este proceso.
3. Cantos o historias: son buenas para que el niño identifique el momento de ir al baño.
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