- Para Padres
Los niños necesitan tener límites, y los responsables de estos son los padres, te damos algunos trucos para hacerlo.
Sin conocimiento alguno y a veces por la lástima que pueden llegar a sentir, algunos padres se caracterizan por darles a sus niños todo lo que piden.
¿Cuáles son los peligros reales de no saber decir “no”? Analicemos la situación juntas y optemos por poner en práctica algunas ideas de expertos en psicología.
‘No’ debe ser ‘no’
Muchos papás no comprenden la necesidad de marcar límites y permitir que su niño(a) lidie con la situación de recibir una respuesta negativa. Si los padres no marcan desde un comienzo el límite, el niño se transformará en una persona consentida. “Un niño consentido tiende a ser caprichoso, a hacer lo que quiera. Con el tiempo tendrá dificultad para relacionarse con los que viven en su entorno y fuera de él. Además de caprichosos, a la larga se hace imposible aconductarlos. La soberbia y prepotencia y la manipulación también son conductas habituales en ellos”, nos explicó la psicóloga Geraldine Emiliani.
Decir “no” entonces los ayudará a manejar sus frustraciones y emociones. Estos dos elementos, según los expertos, deben ser parte del crecimiento de un niño. Sobre todo, entre la edad de dos a cuatro años, que es cuando —debido al proceso natural de un niño— más pataletas pueden llegar a realizar.
Al momento de decirlo...
Uno de los errores más cometidos por los padres es colocar un límite y luego ser inconstantes con él o no cumplirlo. Es uno de los peores mensajes que podemos enviar a nuestros niños(as). Cuando dices “no” asegúrate de mantenerte hasta el final con esa respuesta, de lo contrario el niño comenzará a ver que puede manipular la situación o que esos límites se pueden correr.
La experta aclara que al momento de una pataleta, los padres deben permanecer calmos y mantenerse firmes en su posición. “El padre cuando dice no debe mantenerse en esa respuesta. No dejarse manipular por la pataleta. El padre no debe darle importancia a ese comportamiento, sencillamente el niño al no lograr lo que quiere o no lograr la atención del padre entonces se cansa y aprenderá que con ese comportamiento manipulador no va a conseguir nada”.
Estrategia básica
Los límites son necesarios en todas las edades a lo largo del crecimiento de un niño. Hay algunos puntos claves que deberás tener como base para lograr que estos sean efectivos. Según nuestra experta, son los siguientes:
Los padres deben ponerse de acuerdo y no llegar entre ellos a desautorizarse. La desautorización hace que el niño a cualquier edad aprenda a no ser respetuoso con los adultos.
Luego de haber llegado a un acuerdo entre padres, hay que hacer los mismo con sus hijos. Conversar con ellos y poner reglas y normas desde un principio. Cuando el límite no se cumple, entonces deberás aplicar una medida de disciplina. Te estarás preguntando cuáles son algunas de las que puedes utilizar. Las veremos por edad.
De seis a 18 meses (hasta el año y medio): deberás eliminar y sustituir comportamientos. A esta edad, tu pequeño aprende al observar qué va a pasar. Si se lleva un objeto a la boca, por ejemplo, deberás quitárselo, explicarle que eso no se puede, y sustituir el objeto por un mordillo.
De 12 meses en adelante: refuerza lo positivo. Algunos padres tienden a marcar siempre el error del niño, es necesario que le reconozcas cuando se está comportando de manera correcta. Otra técnica es controlar su coraje, cuando lo veas frustrado por el “no” que recibió deberás tranquilizarlo, cuando esté emocionalmente estable explícale por qué diste una respuesta negativa.
A los 36 meses: pide su ayuda. Los niños se sienten bien cuando tú les delegas tareas, ¡aprovecha este recurso!
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