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La ducha se presta para crear un ambiente maravilloso en el que puedas desconectar de tus problemas y disfrutar de un momento de paz.
¿Buscas relajarte antes de dormir? ¡Un buen baño puede ayudarte a lograr aquello! Bañarte con intención es una de las formas más sencillas de disminuir las tensiones y el estrés producidos durante tus actividades del día.
Una manera muy simple de relajarte mientras cae el agua de tu ducha es dedicarte tiempo. Olvídate de esos baños express, donde solo aplicas jabón y vas enjuando de una vez.
Anímate a invertir por lo menos 15 minutos para limpiar tu piel aplicando un exfoliante. Puedes utilizar un cepillo o guante específico que arrastre las células muertas con suavidad mientras aplicas el producto.
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La idea es disfrutar del proceso sin prisas. Si tienes pareja es una gran idea tomar un baño relajante y romántico juntos y disfrutar de toda la experiencia.
Masajea tu cuerpo. Realiza movimientos circulares en todo tu cuerpo, así evitarás la resequedad y dejarás tu piel suave y húmeda.
También, para darte un baño relajante en casa es muy importante preparar el ambiente. Comienza por la iluminación, lo recomendable es usar luces tenues y suaves, pero si tu baño no tiene la alternativa de regular la iluminación entonces puedes ambientar todo con velas aromáticas, de preferencia de lavanda para ayudarte a reducir el estrés. Esto dará un toque especial, haciéndote sentir como en un spa pero en la comodidad de tu casa.
La música es otro elemento que favorecerá la experiencia. Ambienta el baño con música relajante que te ayude a desconectar tu mente y alejarla de las preocupaciones.
¿Lista para darte estos pequeños "mimos" para aliviar tensiones, recargar energías y sentirte mejor?
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