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Hoy te compartimos qué alimentos te recomendamos y que otros se desaconsejan en presencia de hígado graso no alcohólico.
El hígado graso es una condición que se caracteriza por una acumulación de grasas en el interior de hígado.
Esta afección se clasifica en hígado graso alcohólico, el cual se desarrolla por un consumo excesivo de alcohol, y está el hígado graso no alcohólico, que se relaciona con aspectos como una alimentación desequilibrada y relacionada al consumo de productos con grasas hidrogenadas entre otros que veremos más adelante. También personas con obesidad, hipertensión, dislipidemias, hiperglucemias, podrían estar más condicionadas al desarrollo de este tipo de hígado graso.
Es importante aclarar que esta condición debe ser tratada por un médico ya que involucra en muchos casos la necesidad de fármacos, sin embargo, la pauta nutricional no deja de ser de vital importancia, es por eso que hoy te compartimos qué alimentos te recomendamos y que otros se desaconsejan en presencia de hígado graso no alcohólico.
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Alimentos que te recomendamos evitar:
Los alimentos que se deben evitar principalmente son los que aportan grasas refinadas, hidrogenadas y parcialmente hidrogenadas como los aceites refinados de girasol, maíz, soya, canola, la margarina, y mixtos de aceites vegetales y por supuesto alimentos fritos que compremos empacados ya hechos, comida rápida. Por otro lado, evitar el exceso de grasa saturada que encontramos principalmente en alimentos cárnicos, no magros, como carnes y derivados.
Los alimentos ultraprocesados son productos a los que debemos ponerle atención, ya que en muchos casos ni creeríamos que contienen grasas, pero no cualquier grasa sino grasas trans y grasas parcialmente hidrogenados, ejemplos: dulces, galletas y similares.
Alejándonos un poco de las grasas a evitar, es ideal mencionar que los alimentos con carbohidratos simples como el azúcar y alimentos que la contengan, jugos, zumos, golosinas, chocolates, también alimentos que en su contenido este el jarabe de maíz alto en fructosa, otros jarabes y siropes. Por supuesto, también se debe evitar el exceso de bebidas alcohólicas.
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Ahora hablemos de los alimentos que debemos procurar incorporar en nuestra dieta, estos son:
Alimentos ricos en grasas monoinsaturadas como lo son el aguacate, las nueces, el aceite de oliva extra virgen, por otro lado incluir alimentos fuente de omega 3, pescados como el atún, el salmón, la sardina, y otros, también los frutos secos como nueces, las semillas de linaza y chía.
Es ideal incluir mayor aporte de vegetales y frutas (en su estado natural), esto nos aportará fibra dietética y antioxidantes que sin duda influyen positivamente en la recuperación, se recomiendan mínimo 5 porciones de vegetales al día y de 2 a 3 porciones de frutas al día, siempre y cuando se haga un balance calórico con el resto de los alimentos.
Las proteínas vegetales son un recurso adecuado, está la encontramos principalmente en leguminosas o menestras de todo tipo, también la soya, la quínoa, la avena y los frutos secos en menor proporción.
Esperamos que estos consejos dietéticos te sirvan y no olvides siempre consultar con tu médico tratante y nutricionista sobre las pautas específicas para ti.
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