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Por estampado, color, pieza, o tamaño. Ordenar tu guardarropas te ayudará a tener un mejor control de lo que posees y te facilitará al momento de elegir tus prendas
Este mes es ideal para hacer limpieza del armario y organizarlo para las metas del nuevo año. Será saludable para tu mente contar con un espacio donde guardas la ropa, complementos y accesorios que te de facilidad para visualizar lo que hay en este y elegir cada día la ropa que sí usas, sin el estrés del caos de un armario lleno de ropa, pero sin tener qué ponerte.
Sigue estos tips para que comiences dicha limpieza y un nuevo año con buenos hábitos.
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Saca toda la ropa del armario y ve colocando lo que será tu nuevo aliado para una imagen estratégica y te ahorre tu tiempo eligiendo qué vestir.
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Descarta todo lo que no usaste durante este o hace dos años. Piensa porqué no te lo has puesto, para así evitar el error nuevamente.
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Si hay ropa que no has usado porque está en categoría de llevar a arreglar, piensa en si dedicarás o no tiempo y dinero en ir a donde la modista. Sácala del armario si lo dudas.
Leer más: Consejos prácticos para organizar tu armario
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Descarta la ropa vieja que no esté en buen estado.
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Descarta lo que ya no te queda bien, ya sea muy ajustado o muy holgado. Recuerda que el entallado de la ropa es lo más importante.
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La ropa que sigue en el armario por ser un recuerdo, debe guardarse en cajones o cajas cerradas, pero no haciendo espacio donde debes poner ropa que sí vas a usar.
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No dejes ropa en el armario por hacerle honor a quien te la regaló, a pesar de que no te guste o quede bien. ¡Debe salir!.
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Puedes dividir el armario por tipos de prendas, de actividades o solo por color.
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Recomiendo dividir por actividades, y cada una debe estar subdividida por color y el nivel de formalidad mismo de la prenda. Por ejemplo, es elemental separar lo que se usa para trabajar del resto.
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Separa por color. Empieza por la tonalidad más clara de cada color que tengas, para terminar con su tonalidad más oscura en colores planos y luego los estampados que le domine ese color. Colocar la ropa en orden de color ayuda visualmente a encontrar un balance.
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Coloca las mangas cortas primero, luego manga largas, faldas cortas hasta faldas largas, vestidos cortos y luego los largos, blazers informales hasta los formales.
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Asegurate que la ropa no quede demasiado pegada. Si tienes un armario pequeño deberás pensar en compras inteligentes para tener pocas prendas y muchas combinaciones o hacerte de otro espacio en casa para guardar ropa.
Leer más: Aprende cómo combinar piezas en tu armario para crear diversos "outfits"
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Si mantienes la ropa muy pegada, te dará pereza buscar y habrán prendas que dejes de ver, por consiguiente no usarás. La humedad fácilmente ataca tu ropa si está muy junta y sin ventilación adecuada.
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La ropa con aplicaciones o detalles que se puedan dañar al roce con otras prendas, o que estas puedan dañar otras como lo hacen las lentejuelas pegadas a un chiffon, seda o telas parecidas, debes meterlas en bolsas de tipo lavandería o plásticas con cremalleras.
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Para saber si al final del año te pusiste o no las prendas de vestir, se recomienda colocar toda la ropa con el gancho hacia afuera y al usarlas luego volver a colgarlas, pero con el gancho mirando hacia adentro del armario.
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Ten cajas o bolsas herméticas para guardar ropa que se usa para eventos particulares, de forma que no es la ropa cotidiana. Un ejemplo es la ropa de fiestas elegantes y ropa para viajes donde se requiere de prendas con telas especiales. Sacarla cada cierto tiempo y lavarlas para mantenerlas limpias y sin humedad.
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Para no tener el armario tan congestionado, dobla la ropa informal de algodón, licra, viscosa, como las camisetas, suéteres, ropa de dormir, la de estar por casa. Deja colgada solo la que necesita estar lo más planchada posible.
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Para lograr un armario funcional, tener más colores neutros y ropa de corte atemporal (que no está ligado a la moda), te ayudará a usar por mucho tiempo estas prendas sin que pasen de moda.
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Elige cuatro colores neutros (ejemplo color negro, blanco, azul oscuro y camel) con los que te guste vestir y que sean perfectamente combinables con otros tres o cuatro colores acento, es decir que den vida a los neutros (ejemplo coral, azul vivo, rojo y púrpura). Estos últimos se pueden elegir en tonalidades diferentes del mismo color. Los estampados que se escojan deben tener en sus dominantes los colores acentos que se han elegido. La idea es que siempre luzcan bien entre sí, usando como base más piezas en los colores neutros.
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Trata de no comprar ropa que no tenga combinaciones posibles con lo que ya existen en tu armario. Si compras algo nuevo, revisa qué prenda puede salir de tu guardarropa para tener un hábito de comprar lo necesario e ir limpiando a la vez. Así evitarás acumular ropa.
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