- Mujer en Positivo
Muchas mujeres consideran que es mucho más fácil laboral con hombres
Admiro a las mujeres seguras de sí mismas, de alto rendimiento y exitosas en sus carreras. Pero aún más, estimo a las que apoyan a otras féminas que también se esfuerzan por dejar su huella positiva en el planeta. La pregunta es, ¿estamos todas comprometidas en apoyarnos en nuestra vida profesional? O, por el contrario, ¿nos vemos unas a otras como competencia? Sinceramente, dicen que uno “habla del baile de acuerdo a cómo le fue”. Siempre me he considerado como una mujer que apoya a otras en la forma que pueda. Ingenuamente, pensé que la gran mayoría somos así.
Sin embargo, para escribir este artículo entrevisté a decena de mujeres profesionales quienes me contaron acerca de sus experiencias laborales. La triste realidad es que la gran mayoría siente que es más fácil trabajar con hombres que con personas del mismo sexo, y que entre nosotras no nos estamos dando la ayuda que necesitamos.
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Principalmente, las siguientes son las razones por las cuales no nos apoyamos en la esfera laboral:
Miedo a la competencia
Las mujeres todavía nos vemos unas a otras como amenaza. Muchas veces solo hay un pequeño número de mujeres en una empresa y a menudo se comparan entre sí. Las féminas no quieren arriesgarse a que brille su competencia y que por ende sus propias oportunidades de surgir se vean empañadas.
No tenemos la confianza para encontrar mentores
Cuando se trata de sobresalir en los negocios, los mentores juegan un papel importante. Las personas con mentores tienen un 130% más de probabilidades de ocupar puestos de liderazgo. ¿El problema? Muchas mujeres no tenemos la suficiente confianza como para pedirle a una mujer (u hombre) que sea nuestro mentor o mentora. De hecho, cuando la consultora KPGM encuestó a más de tres mil mujeres profesionales entre los 18 y 64 años sobre el liderazgo femenino, encontró que nueve de cada 10 mujeres no se sienten lo suficientemente seguras como para pedirle a alguien que sea su mentor o mentora.
Las mujeres estamos divididas por una segmentación generacional
Otro problema para que las mujeres no se unan y dominen la fuerza de trabajo son las diferencias generacionales. Las mujeres jóvenes tienen una forma de ver la vida y de trabajar que muchas veces no está alineada con lo que las mujeres mayores están acostumbradas a hacer. Las mayores sienten que las jóvenes piensan que “se merecen todo” sin poner las horas de trabajo necesarias para lograr aquellas metas. Mientras que las mujeres jóvenes piensan que las mayores no son honestas acerca de los obstáculos que tuvieron que superar para llegar a la cima, lo que puede hacer que parezcan "supermujeres".
También entra en juego el tema del balance vida familiar/trabajo
Las que no tienen hijos todavía no pueden ponerse en los zapatos de las que si tienen estas responsabilidades. Así mismo, las que son madres no pueden entender que aun sin hijos estas mujeres merecen tener tiempo para compartir con sus familiares y amigos. Igualmente, las que tienen hijos mayores no recuerdan las muchísimas responsabilidades (sobre todo escolares) que las madres de niños menores tienen.
Nos pasamos en un ciclo de juzgar a las que por alguna u otra razón deben ausentarse horas o días del trabajo por atender sus responsabilidades personales, sin recordar que un día tuvimos que hacer lo mismo o sin pensar que nos tocará en algún momento del futuro. Se necesita más empatía.
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No sabemos cómo ayudar a otras mujeres
Aunque la mayoría de las mujeres sabemos que debemos apoyarnos las unas a las otras, la realidad es que no conocemos concretamente qué es lo que debemos hacer para lograrlo. Pocas empresas cuentan con programas establecidos para este propósito.
Si realmente quieres que otras mujeres avancen en su carrera profesional, te paso algunos consejos:
1. Desarrolla tu propia marca personal y siéntete cómoda con quién eres profesionalmente: Al tener una marca personal desarrollada, es decir, cuando sabemos quiénes somos, por qué somos valiosas y qué nos diferencia, podemos estar seguras que las otras mujeres en la empresa no son nuestra competencia. Cada una tiene un área de excelencia, de especialidad. Nos complementamos, no competimos.
2. Elije ser una mentora: Si tienes la oportunidad de ser una mentora, no dejes pasar la oportunidad. Sé honesta y justa. Es importante ofrecer una crítica constructiva, pero también es importante reconocer las mejoras y ofrecer retroalimentación positiva.
3. Identifica la excelencia en otras y exprésalo: Tómate el tiempo para darte cuenta de lo que otras mujeres en tu lugar de trabajo están haciendo bien. La forma en que expreses tu apoyo a la excelencia de una compañera de trabajo depende completamente de ti: puedes hacerlo en privado o puedes decirle a los demás compañeros o a su jefe directamente acerca de la excelente labor que ella ha hecho.
4. Asegúrate de que las ideas de las mujeres sean escuchadas: Muchas veces a las mujeres nos cuesta ser escuchadas y, por ende, nuestro verdadero valor no puede ser apreciado completamente. Si tienes la oportunidad, ponte como meta que otras mujeres sean escuchadas y tomadas en cuenta. Para ello:
- Da un buen ejemplo sentándote al frente y al centro y hablando en las reuniones. Anima a otras mujeres a hacer lo mismo.
- Cuando una mujer es interrumpida, interponte y di que te gustaría escucharla terminar.
- Si ves a una mujer luchando por interrumpir la conversación, di que te gustaría escuchar otros puntos de vista e invítala a que exprese su opinión.
5. Alienta a tus compañeras a que se atrevan: Busca oportunidades para aumentar la confianza de otras mujeres y aliéntalas a que se atrevan a tomar ese nuevo reto o a pedir ese aumento/promoción. Si una compañera de trabajo te dice que no está lista para un nuevo proyecto o posición, recuérdale lo que ya ha logrado y ofrécete a ayudarla a practicar qué decir o como presentar su nueva idea.
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6. Crea y / o sé parte de una red de mujeres: Así como es importante tener amigas en tu vida, también lo es contar con una red de mujeres profesionales a tu alrededor. Puedes hacer que eso suceda, ya sea uniéndote a una red existente (en línea o en persona) o creando la tuya propia dentro o fuera de la empresa. Anímense mutuamente a compartir ideas, a existir en espacios seguros y enriquecedores. Aprovecho la oportunidad para invitarte a que pertenezcas a la red de mujeres de Voces Vitales. Nos reunimos periódicamente y exponemos temas de interés para emprendedoras y mujeres profesionales. Escríbeme a: [email protected]
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