Mar, 08/27/2019 - 06:00
- Mente y Cuerpo
La práctica y la aplicación filosófica del yoga en nuestra vida cotidiana ayudan a que cuerpo, respiración, mente, sabiduría y espíritu entren en armonía, promoviendo la salud general y acercándonos a la autorrealización.
¿Has escuchado alguna vez la frase “Somos seres espirituales viviendo una experiencia material”? Como coach de Salud Integral, entiendo que eres un ser multidimensional que prospera de manera holística; por lo tanto, es importante, y a la vez fascinante, explorar las diversas dimensiones que te componen. La práctica de yoga nos enseña cómo las puedes reconocer y trabajar en tu proceso de auto-conocimiento y auto-indagación.
Al igual que muchas personas, inicié mi práctica de yoga buscando hacer algún tipo de actividad física, sin saber que estaba entrando en el proceso de un largo viaje que comenzó a través del cuerpo.
“Eres el universo experimentándose a sí mismo”. -Allan Watts
Como sistema y conjunto de herramientas para el desarrollo holístico de las personas, el yoga asevera que definitivamente todos los seres estamos compuestos de cinco cuerpos o capas de conciencia, una envuelta entre la otra, conocidos como los Koshas. Se explica en la filosofía yógica que al ser descubiertas estas capas, el individuo comienza a estar más cerca de su verdadera esencia y de la grandeza del universo.
Los cinco Koshas
A medida que vas explorando las cinco capas, visualizas un viaje a tu interior que inicia en la periferia con tu cuerpo físico hasta llegar a la esencia de quien eres. Cuando practicas yoga, una o varias capas son impactadas.
1. Cuerpo físico: La capa más externa de conciencia y con la que más estamos familiarizados es llamada Annamaya Kosha. Derivado del Sánscrito (leguaje antiguo de la India) Anna significa “materia física” y maya "hecho de", por tanto se traduce a “la capa hecha de materia física”. Se cree que el físico y los rasgos de la personalidad de una persona se derivan de la calidad de la salud de Annamaya.
En yoga, Annamaya es la experiencia de nuestro cuerpo físico:
- Nutrido por comida
- Trabaja flexibilidad, fuerza, resistencia y agilidad del cuerpo
- Herramientas asanas (posturas de yoga), pranayama (control de la energía vital), relajación, shatkarmas (prácticas de limpieza interna)
2. Cuerpo energético: La capa compuesta por la fuerza vital, conocida por los chinos como chi —y prana para los yogis—, es nombrada Pranamaya Kosha. Recibimos prana a través de los alimentos y el agua, pero también a través de la respiración.
En yoga, cuando practicas posturas y control de la respiración impactas esta capa de conciencia. Cuando la respiración es corta y esporádica, pranamaya se vuelve inestable, agitando tu mente y desequilibrando varios sistemas del cuerpo. Es por ello que uno de lo aspectos más importantes en la práctica física de yoga es aprender a respirar y lograr sincronizar la respiración con los movimientos. A través de una respiración controlada y estable, la mente se calma y todos tus sistemas vitales se optimizan.
3. Cuerpo mental: La tercera capa corresponde a la mente, emociones y al sistema nervioso.
Al igual que yo, muchas personas inician a practicar yoga por los beneficios físicos, sin embargo continúan con la practica de yoga por el impacto que causa en el cuerpo mental o Manomaya Kosha.
Muchos tenemos un Manomaya hiperactivo, lo que desgasta el sistema nervioso y “juega” con la mente a través de nuestras emociones. Yoga te ayuda a calmar la mente y el sistema nervioso para recuperarte del estrés, bloqueos y la fatiga que produce el tercer cuerpo.
"Yoga te hará sentir bien, pero también te hará sentir".
Los tres primeros cuerpos los empiezas a experimentar y a trabajar desde que inicias la práctica de yoga. Los próximos dos cuerpos, los más profundos, representan los efectos inesperados de la práctica de yoga.
4. Cuerpo intelectual: Vijnanamaya Kosha, representa un nivel de conciencia interna cultivada a través del tiempo. Es un efecto inesperado que te brinda la práctica de yoga y una buena razón para continuar. En Yoga, uno llega con la idea de hacer ejercicio y tocarse los pies con la nariz, pero lo que ocurre es que terminas inmersa en un nivel profundo de intuición, auto-conocimiento y sabiduría. Trasciendes de sentimientos y preocupaciones de seguridad y supervivencia hacia sentimientos de amor, compasión y gozo. Tu manera de relacionarte contigo misma y los demás cambia hacia una más feliz y plena. La vida simplemente se hace buena, saliendo del ego/mente hacia tu verdadera grandeza.
5. Cuerpo de felicidad: La más profunda de las capas es tan simple como lo lees, Felicidad. Se refiere a tu esencia o espíritu. Seguramente todos, en ciertos momentos, hemos vivido plenamente en “Ananda” o felicidad: el día de tu boda, cuando nace un hijo, cuando te enamoras, incluso cuando estás haciendo algo que te apasiona, o te pierdes en una canción, poema u obra de arte.
Experimentas libertad ilimitada, tu conciencia se expande mas allá de tu cuerpo, un sentido de paz y conexión donde el tiempo parece no existir. En mi caso personal, experimento ananda en clases de yoga y meditando.
Integrando los cinco cuerpos
Algunas personas vivimos más en un cuerpo que en otro. No se trata de que uno es malo y otro es bueno. Todos tienen su función y aportan en nuestro proceso. Lo importante es reconocerlos y, desde ese lugar, tomar conciencia para encontrar balance.
Si el cuerpo está tenso, la respiración es superficial, la mente está irritada y la sabiduría y la alegría están ausentes.
Si hay desconexión del espíritu, hay falta de armonía en todas las capas. Por otro lado, cuando estás perfectamente en sintonía con tu cuerpo de felicidad, la alegría y la paz impregnan todos los aspectos de quien eres.
La práctica y la aplicación filosófica del yoga en nuestra vida cotidiana ayudan a que todos los koshas (cuerpo, respiración, mente, sabiduría y espíritu) entren en armonía, promoviendo la salud general y acercándonos a la autorrealización y una plenitud absoluta de ser.
En tu próxima clase de yoga te invito que tengas en cuenta: sentir tu camino hacia tu cuerpo físico, tu cuerpo energético, tu cuerpo mental, tu cuerpo intuitivo ... y quizás hasta tu cuerpo de felicidad.
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