- Mente y Cuerpo
Nuestra experta en Psicología nos da algunas pautas para aprender a identificar este comportamiento
A menudo en la vida (y en la consulta) nos encontramos con personas que de verdad ayudan o sirven al prójimo con mucho entusiasmo. Nadie puede negar que esto es una cualidad excepcional en el ser humano y que cada vez “sentimos” que lo vemos menos en nuestra sociedad. Que puedas ser abierto y tolerante a escuchar problemas ajenos sin contar los tuyos de por medio, o esa capacidad de ser empático al dedicar tu tiempo y emoción para poder ponerte en los zapatos de los demás; quizás hasta salirte de tu camino para ayudar a esa persona. Todo eso es muy bueno, hasta que nos damos cuenta que ciertas personas sobreviven sólo gracias a esas experiencias con los demás, o que su propio funcionamiento está conectado constantemente con las necesidades del otro y sus respuestas emocionales hacia ellos. Estas mismas personas solemos escucharlas cuando hablan apasionadamente de sus parejas, se preocupan excesivamente por ellas y sufren enormemente cuando no se les válida. Sin embargo, les cuesta mucho dejar esa relación. A estas personas, se les define como codependientes.
En los años cincuenta aproximadamente, el término “codependencia” apareció en las reuniones de los recientes programas de Alcohólicos Anónimos para poder darle luz no sólo a la persona que era dependiente del alcohol sino a su red de apoyo como amigos o familiares que se volvían codependientes del alcohólico y su situación pero a menudo entorpecían el tratamiento por como eran ellos. De ahí surgieron grupos de apoyo para ayudar esas personas pero no fue hasta en los años ochenta, donde se popularizó el termino a mayor escala y fue visto como enfermedad psicológica.
La codependencia se puede definir como una condición psicológica en donde el individuo manifiesta una excesiva e inapropiada preocupación por las dificultades o necesidades de una o más personas afectando su propio funcionamiento. Las personas codependientes, lejos de ser malas, desarrollan esto por tener experiencias a su vez adversas, venir de familias disfuncionales y quizás estuvieron expuestas a personas con adicción. De niños, nadie supo cuidarlos como debía ser y ellos aprendieron a ser vistos y valorados desde esa carencia.
Las personas codependientes suelen ser caracterizadas por:
- La creencia de ser responsables de los demás y sus necesidades.
- Sienten mucha ansiedad y culpa cuando los demás se sienten mal.
- Sienten que los demás se aprovechan de ellos pero aún siguen estando ahí.
- Buscan su felicidad o bienestar fuera de ellos mismo, en cosas o personas.
- Se victimizan frecuentemente por sus malas relaciones.
- Les cuesta mucho decir no a algo por miedo a lo que sucederá.
- Tienen una pobre autoestima de ellos mismos.
- A menudo se deprimen y se sienten inútiles.
- No logran comunicar lo que de verdad necesitan.
- Tendencia a atraer personas disfuncionales o necesitadas a sus vidas.
- Suelen nos responsabilizarse de sus propios problemas.
La codependencia tiene solución, y el primer paso de todo problema siempre es la aceptación. El poder mirar hacia adentro y entender el porque ser así pareció ser necesario en su momento pero ya no lo es. Al final, no hay mayor bienestar que poder conectar con uno mismo y sentirse bien. Y en las relaciones, es escoger conscientemente estar con otras personas, mas no necesitar estar o cuidar para sentirse completos.
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