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La pandemia de la COVID-19 ha llevado a muchas más personas a usar mascarillas. Estas son apretadas, lo cual tiene un buen fin, pero puede dañar la piel del rostro.
La pandemia de la COVID-19 ha llevado a muchas más personas a usar tapabocas como una de las medidas para evitar contagiarse con el nuevo coronavirus, lo que puede hacer que la irritación de la piel del rostro sea más común. La doctora Dawn Davis, dermatóloga de Mayo Clinic, explica por qué sucede y da consejos para prevenir y tratar esa irritación.
“Debido a la fricción, las personas sufren irritación en el puente nasal, detrás de las orejas y quizás debajo de la barbilla”, dice la doctora Davis. “Eso sucede debido al desgaste natural, pero también porque los tapabocas son apretados, lo cual tiene un buen fin, pero puede dañar la piel”.
Destaca que el tapabocas no debe estar flojo y debe colocarse con firmeza contra la piel, pero no tan apretado como para dejar moretones en la piel.
La doctora Davis también recomienda usar óxido de zinc. “Es el químico hipoalergénico blanco que se encuentra en la loción sin perfume que se utiliza para la dermatitis por el uso del pañal”. Detalla que tiene propiedades antiinflamatorias muy buenas. "Se puede aplicar una capa delgada sobre el puente nasal, detrás de las orejas o debajo de la barbilla, en lugares donde el tapabocas tenga contacto con la piel.” Sirve como barrera para la fricción sin afectar o disminuir la eficacia del tapabocas.
El primer paso para las personas con piel sensible que usen tapabocas es aplicar una loción hidratante hipoalergénica, que esté etiquetada como loción hidratante facial, según la especialista. "Luego de haberse lavado y secado el rostro, aplica la loción o crema dos veces para dejar una capa gruesa", detalla.
“Luego, remoja un paño en vinagre y colócalo sobre el rostro durante unos 15 minutos en las zonas irritadas”, dice la doctora Davis.
La receta es la siguiente: pon una cucharadita de vinagre blanco en un vaso o tazón pequeño con agua tibia, remoja un paño limpio y colócalosobre el rostro. “Repite el proceso, de ser posible, dos o tres veces al día y notarás que este método de humectación es muy útil”, agrega.
Además, los problemas de la piel en el rostro y el cuello que no están relacionados con la COVID-19 pueden exacerbarse por la fricción del tapabocas y el sudor, ya que algunas personas sienten calor al usarlos. Los ejemplos incluyen acné, rosácea y psoriasis. Para estos problemas, la doctora Davis recomienda:
- Lavarse el rostro de forma delicada con agua y jabón, dos veces al día.
- Seguir las indicaciones para el uso o consumo de medicación.
- Consultar a tu dermatólogo o médico si aparece un nuevo sarpullido o si la condición actual de la piel cambia de apariencia o no responde al tratamiento.
La doctora Davis también hace hincapié en lavar los tapabocas de algodón para mantenerlos limpios. Dice que es mejor lavarlos a mano para no dañarlos. Sin embargo, debe tener cuidado de lavarlos adecuadamente con jabón y agua caliente.
Davis ofrece otras recomendaciones, que incluyen:
- Reemplazar las tiras elásticas según sea necesario, si se desgastan.
- Reemplazar el tapabocas si se rasga o se agujerea.
- Usar el tapabocas sobre la nariz y la boca, no solo sobre la boca.
No olvidar que puede producirse irritación detrás de las orejas y debajo de la barbilla.
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