Mujer y Deportista

 

 

Hace unos meses leí un artículo en un diario de circulación nacional acerca del triunfo de Atheyna Bylon en el Mundial de Boxeo Femenino, y en el escrito me sentí orgullosa como panameña y como mujer. Ese sentimiento fue nublado poco después porque más abajo en la página web leí un comentario y me desinflé como un globo reventado por una aguja, decía: “El boxeo no debiera ser un deporte para mujeres, no hay futuro económico, por lo que debe procurar mantenerse sana y con educación para que pueda realizarse como mujer, esposa, madre y profesional”. Me pareció un comentario muy cerrado, y machista.

 

Las mujeres hoy en día tienen igual derecho a dedicarse al boxeo que un hombre, tenemos capacidad de elección. Es decir, yo como mujer decido qué puedo o debo hacer con mi vida. El buen atleta (hombre o mujer) si es realmente un buen atleta y disciplinado, verá los frutos de su sacrificio, sin necesariamente convertirse o buscar convertirse en millonario. Para Atheyna quizás realizarse como mujer es precisamente ser campeona mundial y quien quita hasta olímpica de un deporte dominado por hombres.

 

No encasillen a las mujeres a dedicarse únicamente a cocinar, planchar y cargar bebés. Nos encanta hacerlo, pero podemos elegir hacer más. La que elige ir por un camino menos convencional como Atheyna y desafiar lo que debería o no ser un deporte para mujeres, no la detengan, no le nieguen su sueño. Déjenla ejercer su derecho a la elección, a romper las barreras de encasillar a las mujeres en estereotipos que ya no deberían de existir, y que aún en este siglo quieren dictaminar qué rol es correcto o incorrecto para una mujer.

 

La buena noticia que leí casi a la par ese mismo día, es que el Comité Olímpico Internacional hizo 40 recomendaciones para los Juegos Olímpicos del futuro, entre estas tener un 50% de participación femenina. Si vemos los números para Rio 2016; 136 pruebas serán de mujeres contra 161 que serán de hombres, y 9 serán mixtas. Cada vez hay más avances en el deporte Olímpico si tomamos en cuenta la comparación de los juegos cuando se realizaron en Londres en 1908 con la participación de 37 mujeres, y los últimos juegos en el 2012 con 4,862 mujeres actuando. Han sido más de 100 años de largo recorrido para lograr esa cifra.

 

Esta es una buena señal para el deporte, y para las mujeres que ponen en pausa sus deberes convencionales en la sociedad en busca de ese sueño, en busca de ese respeto que les dé una igualdad de género en todos los niveles del deporte y de la sociedad.

 

Atheyna, María, Juana, Anna y todas tienen derecho a ser “mujer, esposa, madre y profesional” en el orden y de la forma que ellas desean. Estamos aquí, y llegamos para quedarnos, no para echar hacia atrás años de lucha, sino para que reconozcan nuestra presencia.