Minerales, rocas, madera y otros elementos orgánicos se fusionan con la tecnología, el diseño textil, la moda, el arte y la arquitectura. Una simbiosis que da origen a lo que los "trend forescarters" han pronosticado como “nature future”. Un movimiento, que además de moda, tiene que ver con el regreso a las raíces de la civilización, a el uso de materias primas.
De tal forma se observa la influencia de esta tendencia en las diferentes ramas: en el diseño industrial, Tom Dixon, por ejemplo, creó la colección Rough and Smooth, lámparas a las que denominó “Gem”, luces angulares inspiradas en las facetas de corte que tienen las piedras preciosas. La casa italiana Alberto Biagetti, juega con los materiales, sus formas y su lenguaje visual, su colección de muebles llamada: “Dans le jardin, dans le ciel, dans la cave”, es una introducción a un futuro actualmente en curso.
Por otro lado, las capitales de la moda en sus diferentes desfiles han hecho eco de esta tendencia. La marca londinense Ashish, sugirió la utilización de textiles metálicos con lentejuelas en combinación de accesorios étnicos, alusivos a tribus africanas, una visión de la modernidad para los jóvenes. Mientras que para Threeasfour, el futurismo es: lasercut y diseños de patrones de origami; su colección, llamada Mer Ka Ba, se inspira en los patrones encontrados en mezquitas, sinagogas e iglesias. La naturaleza de su colección, se podría decir que es abstracta y espiritual, una ideología de la humanidad, que hace ver el “futuro” como una unidad cultural entre las religiones. Los accesorios predominan y en esto los cristales y piedras en su estado puro figuran como adornos del nuevo look, un estilo ecléctico que transforma los conceptos populares de futuro y naturaleza y los hace uno, porque ¿acaso no debemos regresar a el estado más puro de la humanidad?
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