María McReddie habla sobre los desafíos de los jóvenes de hoy

Háblame de María McReddie, quién es, cuál es tu lema, qué te inspira a escribir.

Soy escritora, coach de vida y liderazgo. También estudié letras y abogacía y ejercí la profesión en el área corporativa del bufete legal White & Case, LLC, en Estados Unidos, durante varios años, hasta que me convertí en esposa y luego mamá expatriada. Nací en Argentina. Salí de mi país a los 17 años para estudiar, primero en Europa y luego en Estados Unidos.

Diría que tengo varios “lemas”. Uno de los principales es “vivir y dejar vivir”, es decir: ser libre y dejar al otro ser. Otro es: ser y vivir de una manera consciente, cultivar el auto-desarrollo y el no juicio (muy importante), siempre buscando el equilibrio, la paz interior, y aprender de todo lo que me pasa. Seguir estudiando siempre. Escucharme, creer en mí misma y en mi intuición y no dejarme llevar por las cosas que ya no resuenan conmigo. Ser coherente. Escribí toda la vida, desde que era muy chica. Es parte de quién soy y de lo que me gusta hacer.

¿Qué te motivó para escribir esta obra?

El libro nació a raíz de unos conversatorios que hice en unas universidades, prinicipalmente en Medellín pero también aquí en Panamá. Los docentes me convocaban para que les dé charlas motivacionales a sus estudiantes y eso se traducía en unas conversaciones muy enriquecedoras entre los jóvenes, los docentes y yo. Escribí sobre los temas que les interesan a los jóvenes y a los docentes y complementé los temas con la información que obtuve de mis podcasts, especialmente los podcasts de la serie “Líderes que dejan Huella”.

Todos están disponibles en mi canal, María Contigo, que está en Spotify y Apple Podcasts. También usé experiencias personales o de personas con las que he trabajado, pero es importante entender que el libro no es una autobiografía.

¿Cuáles son esa cosas que te hubiera hubiera gustado saber a los 20 años y que no te enseñan en la universidad”?

Muchas de ellas están plasmadas en los 24 capítulos del libro. Información que a mí me llegó 20 años después de los 20 (o a mis segundos 20); tienen que ver con aprender a conocerte, aceptarte y amarte desde joven, no dejarte llevar por tendencias o factores externos o el “deber ser” o la mirada del otro, tener sentido común, afrontar la vida con optimismo, tener buena actitud ante todo, actuar desde la pasión y no desde el miedo, rodearte de buenas personas que ojalá sean mejores que tú y que te inspiren a ser mejor, cultivar hábitos de liderazgo consciente, hábitos de una vida sana, educación financiera, ser agradecido, etc.

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¿Consideras tu libro una herramienta práctica para los jóvenes?

Lo considero una herramienta práctica para todos. Graciela Melgarejo, la persona que me escribió el prólogo, una reconocida periodista y editora de larguísima trayectoria en Argentina, me dijo que ella pensaba que el libro era “para ella”. El libro toca temas y te da herramientas prácticas para afrontar la vida, las cosas que nos pasan a todos, a cualquier edad de tu vida.

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¿Crees que los jóvenes de ahora son iguales o atraviesan los mismos conflictos que los de tu generación? ¿Cómo rompes esa brecha para llegar a los jóvenes de hoy?

Los jóvenes de hoy son hijos de padres de mi generación. En esencia, tienen los mismos conflictos interiores que sus padres. Mi generación apenas está comenzando a despertarse y darse cuenta y los hijos van de la mano de los padres. Lo que pasa es que en los jóvenes se nota más, o es más llamativo. En general, los seres humanos hoy, todavía, tenemos los mismos miedos, las mismas creencias y dificultades muy parecidas a las que teníamos hace 20 años.

Los jóvenes en la actualidad tienen una realidad diferentes a sus padres, son otros tiempos. Hoy viajan más, se casan menos, algunos no tienen hijos, duran menos en los trabajos... parece que la gente no se quiere comprometer. ¿Qué opinas de esto?

Estoy de acuerdo. Hay menos presión y un poco más de libertad y tanto los jóvenes como los adultos aprovechan eso. En mi opinión la cuestión no es de compromiso, más bien lo que nos debemos preguntar es cuáles son los sanos compromisos y cuáles son los compromisos que no deberíamos asumir. Creo que en ese sentido hoy hay más información y los jóvenes, y las personas en general, toman mejores decisiones o por lo menos decisiones más informadas.

¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrentan los jóvenes actualmente y cómo pueden superarlos?

Un mundo en lo que lo único que es seguro es el cambio. Abrazar el cambio constante, no resistirlo. Aprender todo el tiempo, educarse, reinventarse, darse cuenta y no andar dormidos por la vida. También, como siempre, la perseverancia y enfocarse o entender que hay un largo proceso detrás de cada resultado es importante para que los jóvenes se atrevan a ser ellos mismos, actuar desde el deseo propio, sus pasiones, a perseguir sus sueños, y a no tirar la toalla ante la primera caída. Tener resiliencia y adaptabilidad. Las redes sociales son un reto para todas las generaciones.

Se habla que los Millenials son una generación impaciente y con falta de autoestima. Por ejemplo, Simon Sinek, gurú de charlas motivacionales, explicó cómo la crianza de “baja calidad” de padres ausentes y  ocupados, sumado a los efectos negativos de la tecnología convirtieron a estos jóvenes en uno de los grupos con mayor depresión y tasa de suicidios. ¿Cómo mejorar esta situación?

Simon Sinek, una mente brillante, tiene una teoría sobre los “millennials” y sus maneras de comportarse, pero no es la única teoría. Siempre ha habido padres ausentes y también siempre ha habido brechas en la comunicación entre generaciones, igual que siempre ha habido depresión, suicidio y falta de motivación. Lo que pasa es que ahora hay más acceso a la información. Sucede algo y en un instante se sabe. Lo que no había antes, que cambió el juego para todos, es la tecnología. Pero no creo que el fondo de la cuestión es de época o de generaciones.

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Y en el caso de los padres, ¿qué deben hacer para lidiar con los jóvenes que cada vez se sienten menos entendidos?

Abrir todos los canales de comunicación: escuchar sin juzgar. Apoyar, apoyar y apoyar. Los hijos debe saber que a pesar de nuestras expectativas y exigencias como padres (son nuestras expectativas y exigencias), los amamos, apoyamos y aceptamos como son. Amor incondicional es lo que los hijos necesitan de los padres. Más amor y menos juicio es lo que necesitamos como sociedad.

¿Por qué es tan importante hablarle a los jóvenes de 20 años para que desarrollen habilidades de liderazgo?

Ellos son los líderes del futuro. Deben comenzar a cultivar su liderazgo y su carácter desde ya. Yo realmente hubiese querido saber eso a los 20 años.

¿Qué es el éxito y qué necesita un joven actualmente para triunfar?

Esa es una pregunta muy abierta e imposible de contestar de una manera tan general. Lo que es el éxito para una persona puede no serlo para otra. Es muy relativo y tiene mucho que ver con el ser humano como individuo. Más que pensar en “ser exitosos” deberíamos pensar en “sentirnos satisfechos” con nosotros mismos y con lo que hemos logrado.

Dijiste: “Para ser un líder tienes que estar dispuesto a hacer cosas que no te gustan, que te incomodan, que no se sienten bien en el momento, pero que a la larga son buenas para ti, para tu entorno y para el bien común”. ¿A qué te refieres?

Exactamente eso. Los grandes líderes están dispuestos a salir de su zona de comodidad o habitualidad para lograr resultados extraordinarios. Como dicen  en inglés “go the extra mile”. Tomar decisiones difíciles, anticipar, actuar, dar el ejemplo siempre haciendo más y no esperando que los otros hagan más que él, saber cómo y cuándo decir las cosas, inspirar, motivar, trabajar por un bien más grande que ellos mismos. Eso los hace grandes.