Seguramente te suena esta frase. Pero; es un mito? una leyenda? Qué hay de cierto en esta aseveración?
Piensa en cómo compras vino: vas a la tienda porque esta noche o este fin de semana tienes una cena o una reunión de amigos. Ahora, también es cierto que hay ocasiones en que compras una botella con la ilusión de guardarlo para una ocasión especial: el matrimonio del hijo, la graduación de la hija, el aniversario de bodas o algo más.
Déjame contarte que la mayoría de los vinos que se producen y salen a la venta (cerca del 90%) están hechos para consumir en los dos primeros años. Justamente por el estilo de compra del consumidor de vinos. Compro para consumir hoy, no tengo mucho espacio donde guardar y; además, no se cómo guardar un vino para que no se dañe en el tiempo.
¿Cómo saber si puedo guardar un vino por mucho tiempo? Esta característica dependerá de varios factores:
1- El color del vino: blancos, rosados y tintos ligeros, son para consumo inmediato. Entre más oscuro e intenso sea el color del vino, mejor indicación de su capacidad de guarda.
2- El tipo de uva: no todas las cepas ofrecen la misma resistencia y capacidad de mantenerse o evolucionar en el tiempo. Es así, que las cepas más robustas, como el Cabernet Sauvignon o el Syrah ofrecen gran estabilidad en el tiempo y evolucionan muy bien. Estos vinos normalmente tienen alto contenido de taninos, lo que les permite añejar y madurar lentamente en la botella.
3- El proceso utilizado en su fabricación: cada bodega define sus procesos y entre más cuidado sea el mismo, mejores garantías de la durabilidad del vino. Selección y clasificación de las vides en el terreno, recolección manual, selección manual de racimos y bayas, extracción del jugo por gravedad y no por prensa, etc. son argumentos imprescindibles para un vino de guarda.
4- El tiempo de guarda en barrica que tuvo antes de salir a la venta: complementando el punto anterior, la bodega junto con su enólogo, define qué estilo dará al vino. La madera o barrica otorga estructura y complejidad al vino a la vez que le otorga mayor estabilidad para añejar. Cada país tiene una regulación diferente en cuanto al tiempo mínimo de crianza (guarda en barrica) pero en definitiva, será mucho más estable un vino con más meses de guarda que uno más joven.