Lavate las manos. Las bacterias se pueden propagar por TODA la cocina, incluso en tus manos y en los lugares donde menos te imaginas.
En el fregador. Coloca los vegetales o frutas (con piel) y verduras debajo del chorro de agua por unos minutos, para remover cualquier residuo como tierra, piedras, insectos entre otros elementos orgánicos. Otro detalle: es aconsejable que se evita cortalas, ya que que los microorganismos y otros contaminantes pasen al interior. Te aconsejamos para las frutas y/o verduras,utilizar un cepillo o esponja para restregarlas.
La Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA), no recomienda lavar las frutas y verduras con detergentes o blanqueadores, ya que existen muchos tipos de productos frescos que son porosos y pueden absorber estos químicos.
¡Hoja por hoja! Todos los vegetales que tengan hojas, como la lechuga, repollo y otros, deben tener sus hojas abiertas, muchas veces los insectos quedan adheridos en lo interno.
Por último es muy importante desinfectarlos, una técnica es la de colocar durante cinco minutos los vegetales en una mezcla de vinagre y agua (1/2 taza de vinagre blanco destilado por cada dos tazas de agua), que debe ser seguido por un enjuague con agua limpia.