Vie, 08/16/2019 - 15:52
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Los recién nacidos sanos, aunque no tengan ningún problema, requieren una serie de cuidados rutinarios y una evaluación cuidadosa de su estado general.
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Las primeras veces siempre son un reto. Cuando se tiene en casa a un recién nacido, crece el miedo a no cometer errores.
Los recién nacidos sanos, aunque no tengan ningún problema, requieren una serie de cuidados rutinarios y una evaluación cuidadosa de su estado general. Esta evaluación se realiza al momento que nace el bebé: el pediatra lo retira de la madre para iniciar con los primeros cuidados.
Un recién nacido es considerado sano cuando es “a término”, es decir, que nacen por arriba de las 37 semanas de edad gestacional. La mejor manera de lograr que su bebé nazca a término, es teniendo un buen control prenatal, realizarse todos los exámenes de laboratorio y tener una adecuada alimentación.
El doctor Hermes Pimentel, pediatra neonatólogo del Centro Médico Paitilla, axplica los cuidados que deben considerar las mamás que tengan o tendrán a un recién nacido pronto en casa.
El sueño del bebé
Es importante saber que el sueño de un recién nacido se prolonga. Durante las 24 horas del día, él estará dormido 18. No se debe alarmar por la prolongación del sueño, ya que no tienen conciencia del horario, esto se mejora a partir del segundo mes de vida.
La postura para dormir al niño es importante, el bebé se debe acostar boca arriba, preferiblemente de cubito lateral izquierdo (de lado), para favorecer el vaciamiento gástrico del bebé, ya que permite que la leche caiga con mayor facilidad a los intestinos delgados y gruesos.
Si se acuesta al niño al revés, existe mayor riesgo de que la leche se regrese provocando vómitos y, en el peor de los casos, muerte súbita del lactante.
Alimentación
Los recién nacidos se alimentan en un aproximado de 8 a 12 veces por día, la madre que está lactando debe, cada dos horas, amamantar a su bebé (15 a 20 minutos en cada mama).
Los bebés que se alimentan con biberón suelen comer con menos frecuencia, aproximadamente de 3 a 4 horas, esto debido a las fórmulas implementadas, la cual necesita una mayor participación de las enzimas gástricas para digerir las proteínas, lo que retrasa el hambre en el bebé.
El cordón umbilical y el baño
Es importante que perdamos el miedo a bañar al recién nacido por temor a lastimarlo, el único cuidado que se debe tener con el cordón umbilical a la hora del baño, es al momento de secarlo. La forma correcta de hacerlo es con pequeños toques, evitando rozarlo, ya que podemos quitar toda la capa superficial de la piel.
Luego de secarlo, procedemos a colocar algodón con alcohol al 70%. Es importante recalcar que este es un alcohol de distribución de los centros hospitalarios de neonatología, eviten utilizar el alcohol de farmacia, ya que estos contienen alcanfor, sustancia que puede ser de riesgo para propagar el color amarillo en el bebé.
El baño del niño debe comenzar desde la cabecita hasta los pies, con los pulpejos de la mano hacemos masajitos semicirculares. Después que terminamos de lavar la cabeza debemos sacarla de inmediato, ya que es el órgano que más pesa y que mayor concentración de calor requiere, por lo tanto, entre más tiempo la tengamos mojada, el niño perderá temperatura.
Luego de secar la cabeza se puede continuar con el resto del cuerpo. Es importante mencionar que en el caso de las niñas, se debe limpiar muy bien la zona vaginal, abrir los pliegues de los labios donde se puede acumular restos celulares y de excremento, provocando infecciones de vías urinarias.
Como padres somos responsables de la salud del niño, seguir los consejos de su pediatra es la mejor recomendación para mantener todo bajo control en esta nueva etapa.
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